Proyectos

Finalmente nace, después del desarrollo de un primer proyecto anterior, varias lecturas y búsquedas de información, visionado de películas y estudios a ciertos artistas, mi proyecto final titulado Atrapar los sueños . Atrapar los sueños es la conceptualización y formalización artística del que pasaría si nos levantásemos por la mañana y nuestras almohadas hubieran registrado aquello que hemos soñado. En una búsqueda por plasmar lo enigmático intangible y fantasioso de los sueños, capturarlos en su soporte más inmediato, la almohada. Traigo aquí pues el resultado final en forma de publicación digital que se mueve entre la idea del fotolibro y el libro ilustrado; escrito, ilustrado y creado en su totalidad por mí, recogiendo y expresando en una serie de estampaciones sobre almohadas el plano onírico en una historia basada directamente en mis sueños, buscando en la idea del recuerdo – olvido de los sueños, el simbolismo y la confusión. Publicación digital de ATRAPAR LOS SUEÑOS en Issuu

Conocemos hoy a uno de los quizás más importantes ilustradores del siglo XX, Edward Gorey.  Gorey escribía e ilustraba sus propios libros con lo que resultaba siempre un carácter ciertamente macabro aun que con un tono cómico que no dejaba indiferente a nadie. Me encontré con él casi de casualidad buscando otra novela gráfica en una página web de una librería y me llamó la atención especialmente su libro Los pequeños macabros ( The Gashlycrumb Tinies , 1963), la portada ya la había visto antes, quién sabe dónde. Gorey genera todo un imaginario personal y algo grotesco que habla acerca de la muerte y lo tétrico, con una esencia surrealista y una carga fuertemente irónica. Sus dibujos, oscuros y de aire victoriano, siempre son en blanco y negro, realizados a base de lineas muy finas que llegan a crear texturas muy elaboradas y grandes oscuridades. En Los pequeños macabros (1963) nos encontramos con un libro abecedario dónde por cada letra que nos enseña de la A a la B, nos relata la mue

La artista  Itziar Okariz  explora mediante su obra la conformación del lenguaje, y en muchas ocasiones el lenguaje como signo. Generalmente conocida por sus videoinstalaciones y sus performance, hoy investigo, sin embargo, acerca de una de sus exposiciones que no entra dentro de esos ámbitos artísticos. En su exposición Diario de Sueños: 51 sueños entre el 2 de octubre y el  21 de noviembre de 2014 en la Galería Moisés Pérez de Albéniz, realizada en 2015, expone las transcripciones de los sueños que ha ido soñando a lo largo de una etapa y ha recogido en un diario de sueños. En estos textos, Okariz, explora el lenguaje de los sueños y reflexiona acerca de su narrativa íntima y no controlada. Para ello, estos textos trabajan una lectura fragmentaria, en un proceso de repetición u omisión de recuerdos de los sueños que ella ha experimentado durmiendo y  posteriormente escrito. En cada repetición de los textos le suma una nueva palabra que recrea el proceso de recordar un sueño,

Desde hace un tiempo, y en mi creciente retomo del estudio del francés como lengua, vengo leyendo la obra más conocida del escritor parisino Charles Baudelaire, Les fleurs du mal (1857). Un libro que recoge más de una centena de poemas escritos por Baudelaire dónde se plasma la dualidad de lo terriblemente bello y lo hermosamente trágico, una obra romántica francesa en toda regla. La simultaneidad del bien y el mal. En la introducción de mi copia de Las flores del mal (2015, Ediciones Visor Libros), Jacinto-Luis Guereña lo describe de manera muy adecuada, destaca "el poder de la crueldad artística de la palabra" en los versos de Baudelaire, también lo define como "lo doloroso del poema", y es precisamente esto lo que Baudelaire desea representar en sus poemas, la soledad del soñar y el amar. También lo llega a describir magníficamente como "el esplendor de lo oscuro" y "la odisea de las pasiones". Creo sin duda que no había mejores palabras,

Continuado con la linea de investigación en torno a mi proyecto relacionado con la práctica creativa que involucra el plano onírico, encuentro esta vez al conocido  Alfred Hitchcock (1899-1980), director de filmes muy conocidos como Psicosis (1960) o Los Pájaros (1963). Sin embargo, no vengo a hablar de ninguna de esas dos películas. Hitchcock, en su filmografía, vincula en varias ocasiones sus reflexiones al cine y los sueños. Quizá la más notable obra en torno a esto se trate de Spellbound ( Recuerda , 1945). En la película se sigue la historia de una doctora psicoanalista al más estilo freudiano, Constance, que trabaja en un sanatorio mental. Ella analiza los sueños de un paciente que sufre amnesia y que dice ser el Doctor Edwardes, sin serlo, y en realidad se cree que ha sido él quien ha asesinado al verdadero Doctor Edwardes. Durante la historia, Constance, como proceso de terapia, interpreta los sueños de los pacientes. Lo más notable del filme, en cuanto a mi proyecto person

–Jose Manuel Mouriño (Pág. 27 Andrei Tarkovski y El Espejo. Estudio de un sueño.  Libro de la exposición de mismo nombre, 2018)

Recientemente he descubierto y leído acerca de la artista japonesa, Hiro Chiba, que tiene una obra fotográfica realizada de una manera algo peculiar. Sus fotografías, en lugar de estar reveladas en papel, se encuentran sobre hojas. Mediante una delicadeza absoluta, Chiba plasma sus fotografías en las hojas gracias al proceso natural de impresión de clorofila, con los rayos del sol. Este proceso utiliza la reacción natural de las células de las hojas cuando los fotones liberados por el sol inciden en ellas. Sus imágenes no utilizan ningún tipo de químico, ni adición de pigmentos. Chiba explora así, mediante sus fotografías, la temática del olvido, algo que yo también exploro en cierta manera en el proyecto que estoy llevando a cabo. Estas imágenes son como una proyección de la memoria: su obra, fuertemente ligada a la nostalgia, tiene un carácter efímero, delicado y la impronta que se queda en la hoja se deteriora con el paso del tiempo, nunca acaba de ser nítida, aun que en ocasione

Como parte de mi búsqueda de referentes para el proyecto que llevo acabo, me encontré con un artista japonés, Hirotoshi Iwasaki , del cual me interesaron enormemente sus animaciones. Todas ellas adquieren un gran peso onírico mientras rebuscan en el concepto de la memoria y el recuerdo, y con ello, del olvido. Imagen del corto de animación Dark Mixer (2014) de Iwasaki Dark Mixer (2014) es un corto de animación que recae en la animación más tradicional y el método del rotoscopio. Gira (y nunca mejor dicho) entorno a una mezcla ( mixer ) de contenido en movimiento fragmentario y repetitivo, propio del subconsciente y que parece sacado de una pesadilla. En 2015 ganó el Gran Prix Non-narrative short at Holland Animation Film Festival.  Ver el corto en Vimeo Imagen de Dark Mixer (2014) de Iwasaki Mutoscope(2011) de Iwasaki Otros de sus cortos de animación que también resultan tremendamente interesantes y que también se desarrollan a partir de la id

Siguiendo con la investigación en torno al plano onírico que llevo para un proyecto de carácter personal, hoy he visitando un filme que tenía bastantes ganas de ver, y que gira mucho en torno a la narrativa de los sueños. Se trata de la obra del director japonés Akira Kurosawa . Por su legado de aspirante a artista y pintor, Akira Kurosawa adquiere en su obra cinematográfica una búsqueda estética, de lo pictóricamente bello. A Kurosawa nunca llegaron a aceptarle en la Escuela de Bellas Artes, no obstante, se convirtió en uno de los directores más importantes de su país, y de mucha influencia a nivel mundial. Su primer filme que captó la atención del mundo occidental, llegando a ganar el Oscar en 1951 a Mejor película extranjera fue  Rashomon  (1950), dónde reinventa el concepto de narrativa explorando la subjetividad de una misma historia vista desde cuatro puntos de vista diferentes. Su obra tiende a ser humanista, con una búsqueda de lo bondadoso y lo moral. Algunas otras obras

Continuando con el proyecto de investigación que estoy llevando a cabo relacionado al estado onírico y la ensoñación, he realizado una serie de visitados de la cinematografía de Maya Deren. La directora Maya Deren es considerada la precursora inicial del cine   underground , con una obra de tintes surrealistas aun que nunca considerada como tal, y tremendamente intimista. Sus películas, pertenecientes a un cine experimental, no buscaban las grandes salas de cine, si no más bien los visionados en museos y universidades. Precisamente por este carácter intimista, su obra era en varias ocasiones ligadas a una “película de trance”, donde se resalta una narración onírica que busca indagar en el inconsciente del espectador, desde una perspectiva poética, y mediante fragmentos inspirados en el psicoanálisis y el surrealismo.  Su película más conocida,   Meshes of the afternoon  (1943) explora imágenes cargadas de simbolismo, eventos oníricos y un enfoque tremendamente subjetivo, además

Son tiempos raros. Nos encontramos viviendo en una cuarentena de ya más de cuarenta días, por lo que no sé si se le puede seguir llamando cuarentena. Quizá uno de esos hechos históricos que luego aparecen en los libros de historia. Traigo para esta introducción algo que leí a principios de confinamiento y me resultó interesante: una maldición china que se le dice a aquellos a quienes aborrezcas, " Que vivas en tiempos interesantes ". Sin embargo, algo que nos ha proporcionado este confinamiento en nuestros hogares ha sido la posibilidad de encontrar ese tiempo del que nunca disponíamos para leer, ver películas, reflexionar... La última película que he tenido la oportunidad de ver ha sido Solaris (1972), de Andrei Tarkovski . Basada en la novela de ciencia ficción de mismo nombre del escritor polaco Stanislaw Lem, también adaptada en otras dos ocasiones, en 1968 y 2002. La historia gira en torno al psicólogo Kris Kelvin, que es solicitado para ir al planeta Solaris don

Juliao Sarmento  nació en Lisboa, Portugal (1948) y actualmente vive y trabaja en Estoril, Portugal. Estudió pintura y arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Lisboa, y a lo largo de su carrera ha trabajado con una amplia variedad de técnicas: pintura, dibujo, escultura, fotografía, video, performance, sonido e instalación e incluso ha realizado varias obras site-specific. Representó a Portugal en la 46º Biennale de Venezia (1997) y ha sido incluido en Documenta 7 (1982) y Documenta 8 (1987). Su obra alude en muchas ocasiones a la figura de la mujer, domesticidad y a una cierta tensión sexual y deseo, mediante diferentes tipos de asociaciones dentro de su propio conjunto de obras. En su exposición   The Perfect Home,  en la Galería Heinrich Ehrhardt,  encontramos una serie de pinturas homogéneas monocromas con inscripciones en los laterales del lienzo, a un lado se le designa, según el color del que esta pintado el lienzo, una habitación de la casa, y al otro se le a