Desde hace un tiempo, y en mi creciente retomo del estudio del francés como lengua, vengo leyendo la obra más conocida del escritor parisino Charles Baudelaire, Les fleurs du mal (1857). Un libro que recoge más de una centena de poemas escritos por Baudelaire dónde se plasma la dualidad de lo terriblemente bello y lo hermosamente trágico, una obra romántica francesa en toda regla. La simultaneidad del bien y el mal. En la introducción de mi copia de Las flores del mal (2015, Ediciones Visor Libros), Jacinto-Luis Guereña lo describe de manera muy adecuada, destaca "el poder de la crueldad artística de la palabra" en los versos de Baudelaire, también lo define como "lo doloroso del poema", y es precisamente esto lo que Baudelaire desea representar en sus poemas, la soledad del soñar y el amar. También lo llega a describir magníficamente como "el esplendor de lo oscuro" y "la odisea de las pasiones". Creo sin duda que no había mejores palabras, ...